PROTON

Nuestra carga positiva se expande y se comparte a diario. Habitamos nuestro laboratorio de diversión donde aprovechamos el tiempo para reír y aprender de manera espontánea, divertida y fuera del salón de clases. Cocinamos para entender la química de las emociones, y nos untamos las manos con pinturas y arcillas para moldear nuestras expresiones hacia los demás seres que nos rodean. También brincamos y rodamos por los suelos para estirar nuestro cuerpo y crear ese hábito invaluable que es conocernos a nosotros mismos y a nuestros cuerpos. Protón es nuestro laboratorio, y allí experimentamos con la vida presente y futura que nos espera.